4 de julio de 2023
A medida que avanza la tecnología, el número de dispositivos conectados a IoT (Internet de las cosas) aumenta exponencialmente.
No en vano, según un estudio realizado por Statista, se estima que para 2030 habrá más de 25 440 millones de dispositivos conectados a IoT, aún así, una previsión muy conservadora.
Desde automóviles a frigoríficos, pasando por hogares inteligentes e incluso soluciones para diferentes industrias, la tecnología IoT forma ya parte de todos los aspectos de nuestra vida.
Por tanto, cuantos más dispositivos se conecten al Internet de las Cosas. Más importante, sin embargo, será centrarse en la seguridad y la eficiencia.
En este punto, los métodos tradicionales que garantizan el aseguramiento de la calidad de estas soluciones dejan de ser eficientes, abriendo las puertas a un concepto tecnológico muy innovador: IoT Testing.
¿Qué son las pruebas IoT?
Las pruebas de IoT son un proceso que incluye desde pruebas funcionales a no funcionales, que averiguan cuándo una solución o dispositivo está listo para desplegarse en la vida real.
Como en cualquier prueba de software, el objetivo es encontrar y corregir vulnerabilidades para que la solución liberada funcione como se espera y pueda desplegarse con éxito en el mundo real.
Existen más de 40 tipos de pruebas IoT, y todas ellas incluyen una serie de análisis comúnmente conocidos en el mundo de la tecnología. Estos son los principales:
- Pruebas funcionales;
- Pruebas de integración
- Arquitecturas de pruebas distribuidas;
- Pruebas de rendimiento;
- Pruebas de seguridad;
- Pruebas de rendimiento;
- Pruebas de compatibilidad;
- Pruebas funcionales
- Pruebas reglamentarias;
- Pruebas de escalabilidad;
- Pruebas de regresión;
- Pruebas de privacidad;
- Pruebas de usabilidad;
- Entre otros.
Enfoques de las pruebas de IoT
Garantizar la alta calidad de los productos y servicios IoT pasa por un enfoque innovador y bien calculado a la hora de realizar las pruebas. Por ello, es esencial desarrollar una estrategia cuidadosa y elegir las herramientas adecuadas para garantizar que las pruebas no solo sean eficientes, sino que ofrezcan resultados reales.
En términos generales, una buena infraestructura de sistemas IoT consta de cuatro capas:
- Capa de dispositivos IoT: sensores, controladores y otros dispositivos conectados que recopilan datos.
- Capa de pasarela IoT: Pasarelas, unidades de comunicación que garantizan la conectividad y la transmisión de datos.
- Capa de plataforma IoT: centros de datos físicos locales, en la nube (o back-end), que proporcionan almacenamiento, agregación y análisis de datos.
- Capa de aplicación IoT: Software de interacción con el usuario (o front-end) que proporciona informes y control.
Dada la complejidad de las soluciones IoT, una de las mejores prácticas para garantizar la eficiencia es crear un marco de pruebas IoT. Esto ayudará a visualizar casos específicos y a organizar el proceso en su conjunto.
En este contexto, el mejor enfoque se basa en:
- Validación de todas las capas por separado.
- Validación de la interoperabilidad multicapa.
- Validación de la operación.
Retos de las pruebas de IoT
Realizar pruebas de IoT puede ser todo un reto. Algunos aspectos relacionados con la conectividad, la compatibilidad y la seguridad de los dispositivos suelen ser una preocupación bastante común. Así como una razón por la que pueden aparecer errores y problemas durante esta fase.
He aquí algunas de las principales:
Privacidad
Garantizar la privacidad de los clientes en todo momento es otro de los grandes retos a los que se enfrentan las organizaciones durante las pruebas de IoT. Hay que asegurarse de que los clientes no tengan que compartir datos personales, como su ubicación o su estado de salud, con terceros. Esto es, a menos que sea necesario para proporcionar servicios de emergencia o asistencia médica.
Falta de normas
Dado que no existen normas comunes para los dispositivos IoT, las pruebas de IoT implican un amplio proceso de análisis para cada dispositivo o solución. Así que entender el rendimiento general del sistema se convierte en un reto, después de todo, la fase de pruebas es más compleja y extensa.
Seguridad
Garantizar la seguridad de los dispositivos conectados es fundamental, pero aún más importante es garantizar que la seguridad se mantiene en todo momento.
Para garantizar la seguridad, las pruebas de IoT implican diferentes estrategias que garantizan el cifrado de datos entre dispositivos. Mientras exploras todas las posibilidades que ofrecen los protocolos seguros (como TLS o SSL), puedes garantizar que solo los usuarios autorizados tengan acceso.
Uno de los retos más comunes en términos de seguridad de IoT es cómo evitar el fácil acceso a dispositivos robados, lo que reducirá el riesgo de filtración de datos.
Movilidad
La mayoría de los dispositivos IoT, como los coches inteligentes, no están restringidos a ubicaciones físicas. Esto significa que los dispositivos no están restringidos a ser probados en un solo lugar, esto significa que pueden ser enviados a un laboratorio o a una oficina.
Coste
El coste de las pruebas de IoT puede llegar a ser elevado debido al envío o alquiler del equipo necesario para probar determinados dispositivos (por ejemplo, smartphones).
Conclusión
Las pruebas de IoT son un proceso difícil, especialmente cuando una aplicación se prueba en varios dispositivos al mismo tiempo.
En general, esto hace que sea más complejo determinar qué dispositivo está causando el problema o si hay otros problemas relacionados con el sistema, la conectividad o la facilidad de uso del dispositivo.
Una buena forma de garantizar el uso de diferentes enfoques y herramientas de IoT Testing es invertir en automatización y evitar perder el tiempo con pruebas manuales.
Actualmente, existen diferentes opciones disponibles en el mercado, lo que ha simplificado el proceso de pruebas de IoT, al tiempo que satisface eficazmente las necesidades de una empresa.
Aproveche la oportunidad de ponerte en contacto con nosotros hoy mismo y te ayudaremos en el proceso de pruebas de IoT.